7 de enero de 2015
Murcia, El Esparragal
Hola, Anahi te escribo esta carta para contarte y que sepas más sobre mí.Te contaré sobre algo que me pasó el año pasado.
El año pasado tuve una relación con un chico y un día decidí contárselo a mis padres sobre ese niño. Mis padres habían escuchado cosas que no les habían gustado, entonces se enfurecieron y no me dejaron estar con él. En esos meses me sentí sin apoyo, me sentía sola sin familia y sin nadie.
Pasando unas semanas los problemas fueron a más y más. Mis padres intentaron ayudarme pero yo los rechazaba y no quería saber nada de ellos. Me acabo de acordar de un pequeño texto periodístico que he leído en clase que trataba de un niño que tenía ébola y nadie lo quería ni sus familiares por miedo a que les contagiaran. Me cerré en banda y no quería ver a nadie simplemente quería estar sola. Ellos a pesar de eso siguieron intentándolo y al final consiguieron que yo entrara en razón sobre ese chico.
Pasaron dos meses, tras mucho pensar y pensar, empecé a preguntar a la gente si todo eso era verdad y me sentí engañada como cuando Prometeo engañó a Zeus poniéndole dos montones uno con la piel, la carne y las vísceras, que ocultó en el vientre del buey y en la otra puso los huesos pero los cubrió de apetitosa grasa, entonces dejó elegir a Zeus que se decidió por los huesos llenos de la apetitosa grasa.
Pero a día de hoy soy muy feliz y he conseguido pasar página.
Bueno, te dejo que tengo que ir a hacer muchas cosas, cuídate.
Un beso, guapa. Te quiero ❤
Verónica. G
Verónica. G
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